Alimentar a los animales de compañía con sobras de nuestra comida es una práctica común en muchos hogares. Sin embargo, ¿es realmente seguro y recomendable hacerlo?
CIAD/VdM, 05 de septiembre
En primer lugar, es importante destacar que los animales de compañía tienen necesidades nutricionales específicas que deben ser cubiertas con una dieta adecuada para su edad y especie, lo que asegurará su salud y bienestar (Churchill y Eirmann, 2021).
Aunque las sobras de comida pueden parecer una opción fácil y económica, no siempre proporcionan los nutrientes necesarios para tu mascota. Las sobras de nuestra comida pueden contener ingredientes inadecuados y potencialmente tóxicos para los animales. Por ejemplo, el chocolate, la cebolla, el ajo, la uva, la uva pasa y el aguacate (Kovalkovičová et al., 2009).
Otro factor por considerar es que dar sobras de comida a tu mascota puede fomentar hábitos alimentarios poco saludables y llevar a problemas de sobrepeso y obesidad (Bland et al., 2009; Wall et al., 2019).
Muchos alimentos humanos son ricos en calorías y grasas, lo que puede provocar un aumento de peso no deseado en los animales.
La dieta cruda o tipo BARF (por sus siglas en inglés [bones and raw food / huesos y comida cruda) es otra tendencia popular entre los propietarios de mascotas, principalmente de perros.
Sin embargo, estas dietas representan un factor de riesgo alto al exponer a los animales de compañía a microorganismos patógenos, como virus, bacterias o parásitos, con potencial de transmisión hacia los humanos (Davies et al., 2019).
Pero no sólo se asocian con riesgos biológicos. Por ejemplo, los huesos y otros alimentos que parecen inofensivos son las principales causas de obstrucciones por cuerpo extraño en esófago (Brisson et al., 2018). Este tipo de padecimientos podrían poner en riesgo la vida de tu mascota.
Es importante recordar que los animales de compañía no necesitan la variedad de alimentos que los humanos consumimos, ya que algunos de estos pueden ser potencialmente tóxicos para los animales o aumentar el riesgo de sobrepeso y obesidad.
Por otro lado, las dietas crudas y los huesos pueden producir obstrucciones del tracto gastrointestinal e infecciones, con riesgo de transmisión a los propietarios.
Por todas estas razones debemos evitar dar sobras, huesos y alimento crudos a los animales de compañía. En su lugar, es recomendable proporcionarles una dieta adecuada para su edad y especie, compuesta por alimentos de alta calidad y diseñada para satisfacer sus necesidades nutricionales específicas.
Si deseas ofrecer a tu mascota algún tipo de alimento humano, es importante consultar con un profesional en veterinaria antes de hacerlo, quien podrá asesorarte sobre qué alimentos y en qué cantidades son seguros para tu mascota y cuáles deben evitarse.