El motivo real para cambiar el nombre al Golfo de México

Con ello Estados Unidos podría acceder a los recursos naturales de esta zona

 

Por Emilio Borbón Willis

 

Navojoa/VdM, 22 de enero

 

 

No he escuchado a ningún político decir que la verdadera razón de querer cambiarle el nombre al Golfo de México sea por motivos económicos.

Los gringos no dan brinco sin huarache; si recordamos que, en tiempos de Antonio López de Santa Anna, un periodista publicó que Dios había seleccionado a las trece colonias inglesas, es decir, a Estados Unidos, para que fuera el dueño de toda América. Fue entonces cuando nació el llamado Destino Manifiesto, que afirmaba que los ignorantes y adormilados mexicanos no eran dignos de poseer un país tan maravilloso como México, y que debía ser invadido por Estados Unidos.

Fue cuando, con el pretexto de que el país no contaba con recursos para enfrentar una guerra con el vecino del norte, se optó por vender, casi regalado, más de la mitad de nuestro territorio. Fueron once los estados actuales de EE. UU., que les han generado más riqueza, sobre todo California.

¿En qué baso mi suposición? En que la línea divisoria entre EE. UU. y México cuenta con grandes yacimientos de petróleo, y los gringos están haciendo perforaciones casi en la línea internacional de aguas, extrayendo grandes volúmenes de hidrocarburos que no les corresponden. Con el pretexto de que el lugar se llama Golfo de América, podrían incluso, en un futuro, invadir aguas mexicanas. Por ello, el Comité Internacional de Límites de Aguas (CILA) debe poner mucha atención a este caso, ya que es posible que ese sea el plan siniestro del nuevo presidente estadounidense.

Los integrantes del CILA deben estar muy alertas en estas fechas, y ser más cuidadosos de los acuerdos y normas que rigen dicho comité.

Muchos mexicanos pueden decir: ¡que le pongan como quieran! El caso no es el nombre, ni el sentido patriótico de un golfo, sino las implicaciones que puede tener, y que ha tenido con las amargas experiencias con los vecinos. Se llama Golfo de América por la simple razón de que es de Estados Unidos, pueden decir.

Los gringos culpan a los mexicanos del grave problema de adicción que tienen. Según un estudio realizado hace varios años, cuando el problema no era tan grave como en la actualidad, si se le cortara el suministro de droga al país, ya sea por vía aérea, marítima o terrestre, en 72 horas se saturarían los hospitales de adictos y no habría una cama disponible para una parturienta.

Con la medida de deportación, en lugar de un problema tendrán dos. El primero: no habrá quien levante las cosechas en los campos; sus gringos adictos no sirven para eso. Cabe recordar que, en tiempos de la guerra de Vietnam, fueron ellos, los gringos, quienes financiaron y promovieron la siembra de amapola en la sierra de Sinaloa, ya que necesitaban morfina para calmar el dolor de las heridas de los soldados en batalla. Ahora se asustan con el petate de los muertos que México aporta a diario.

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