Aumenta trabajo infantil en México

Más de un millón se han sumado: académica

 

Hermosillo/VdM, 12 de junio

 

 

A incluir figuras profesionales en trabajo social durante la elaboración de políticas públicas para hacer diagnósticos y que, realmente, los programas se basen en las necesidades de los resultados obtenidos y, con ello, atender las demandas de los sectores más vulnerables, fue el llamado que realizó Virginia Romero Plana, profesora investigadora del Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Sonora.

Durante la conmemoración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, cada 12 de junio, la catedrática universitaria informó que recientemente el INEGI publicó la Encuesta Nacional del Trabajo Infantil 2022, donde se observa un aumento del 12 al 13 por ciento, lo que implica que alrededor de un millón de niñas, niños y adolescentes se han sumado.

“Cuando hablamos de trabajo infantil, nos referimos a los niños que vemos limpiando vidrios en los cruceros, vendiendo golosinas y comida, hasta los que no se ven, como cuidando personas mayores, haciendo comida y el trabajo doméstico dentro del hogar.

“Los estados que están peor en México son los que sufren más pobreza y discriminación, y la brecha es más fuerte, suelen ser Oaxaca, Chiapas, Guerrero, algunas ocasiones Veracruz; Sonora en la escala se encuentra más o menos en la mitad y para ser un estado del norte implica que está muy mal”, aseguró.

Deriva de la desigualdad

Comentó que el trabajo infantil se puede definir como toda actividad que un niño, niña o adolescente no tendrían que asumir de acuerdo a la edad que tiene; habrá momentos, dijo, en que se comience con apoyar con ciertas actividades domésticas, pero no asumir la responsabilidad, pues no se tiene la madurez para enfrentar el compromiso.

Precisó que hay leyes específicas que abordan este problema social como la Convención Internacional de los Derechos de los Niños o cada país tiene leyes en contra del trabajo infantil, pues de este factor social se desprende también la trata de niñas y de niños, explotación sexual, explotación infantil y otras series de consecuencias.

Sobre combatirlo, señaló que es muy complejo, porque es una arista de toda una estructura llamada desigualdad, este concepto facilita que haya trabajo infantil al igual que muchas otras violencias en contra de las niñas, niños y adolescentes.

“Se puede abordar en cambiar la estructura económica, las desigualdades de género, por color de piel, de acceso a la educación; tiene que haber una serie de cambios estructurales en el sistema que poco a poco el trabajo infantil se empieza disolver; es consecuencia de la pobreza y de la violencia intrafamiliar”, sostuvo.

Normalmente, el trabajo infantil se presenta en países en vías de desarrollo donde hay mayor pobreza, menor impulso económico, existen más desigualdades en la brecha salarial, de género, a nivel educativo y de participación política. También se registra en países desarrollados, normalmente en grupos o en familias que suelen ser discriminadas por vivir en extrema pobreza y que es una salida para apoyar el núcleo familiar.

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