Es el momento de poner orden, de reducir el número de módulos de riego, desburocratizar el Distrito y pedir cuentas a sus directivos por malas decisiones tomadas.
Por Emilio Borbón Willis
Navojoa/VdM, 28 de agosto
A grandes males, grandes remedios. La lacerante sequía que estamos viviendo, la peor en la historia del Distrito de Riego, mismo que data desde 1955, nos obliga a cambiar el modelo de Distrito que tenemos, cambio que hace tiempo debimos de haberlo realizado.
El haber sido el primer Distrito en México que se transfirió a los productores agrícolas, mismo que se seleccionó por ser el más eficiente, el que producía más por unidad de volumen, y se tomó como ejemplo para el resto del país.
A la fecha estamos pagando ese “noviciado” en la forma siguiente: se pidió a los usuarios que se constituyeran en asociación civil (A.C.) con el fin de estar legalmente capacitados para recibir mediante concesión la infraestructura hidráulica y el agua de la presa; se formaron un número muy grande de Módulos de Riego -cada uno con su acta constitutiva-, lo que los condenó a no ser autosuficientes, ya que hay a la fecha un módulo muy chicos , por ejemplo, el Módulo 16, es irónicamente el más pobre, conformado por productores indígenas y minifundista.
Es el momento idóneo para hacer la modificación del Distrito de Riego. Se propone crear sólo cuatro células operativas, que ahora llamaremos Unidades de Riego A.C. También se propone unificar los 16 módulos en sólo cuatro y de la forma siguiente: la Unidad Uno A, se conformaría con los módulos actuales: el 9, 10, 11 y 12. La Unidad Uno B, estaría conformada por los módulos números 13, 14 y 15.
La unidad dos la formarían los módulos 1, 2, 3, y 4, que está ubicada al margen derecho del Río Mayo y se riega con el canal principal margen derecha. La unidad tres se formaría con los módulos 5, 6, 7 y 8, y tendría su sede en Huatabampo, obteniendo el agua de riego a través del Canal más 300.
Es el momento de hacer ese cambio, de mandar a descansar a los canaleros y gerentes que ya cumplieron su compromiso laboral. Lo mismo se haría en el Distrito de Riego: se bajaría la nómina en gerentes de 16 a sólo 4. Ellos son una carga muy grande que encarece la cuota de riego por hectárea, y lo mismo se haría en el Distrito de Riego, que ha sido una agencia de colocaciones y hasta la fecha.
Es el momento de retomar el surco, volver a la agricultura científica, y no quitarle un riego al trigo, sabiendo que casi mil experimentos realizados por mejores y grandes técnico en agronomía, han determinaron que a este cultivo se le debe aplicar una lámina mínima de 49 centímetros, espaciados en cuatro riegos y con un calendario promedio de 0-55-80-105 días y laminas estimadas en 16, 12, 11 y 10 centímetros.
En caso de haber resistencia por parte de directivos y de consejeros del distrito a esta propuesta, enmarcada en el Plan de Justicia Indígena, se le pedirá por parte de los indígenas Mayos al Gobierno federal, que cancele las concesiones existentes, en base a las condiciones explicitas en los títulos recibidos, todas violadas por los usuarios y que regrese la administración, conservación y operación del Distrito a cargo del Gobierno federal.
Se pedirá a la vez fincar responsabilidad al expresidente del Distrito de Riego que gestionó la presa Los Pilares y que saturó de concesiones el acuífero del mayo, sobrexplotándolo y secando pozos de comunidades indígenas por su culpa.