Un “disparate” construir tres presas en el Río Sonora

El agua que transporta es raquítica y edificarlas solo triplicaría las pérdidas por evaporación e infiltración.

Navojoa/VdM, 27 de octubre

Una presa es una obra de infraestructura hidráulica muy costosa, un costo que no solo es económico, sino que también puede ser un daño irreparable al cambiar el flujo natural de una corriente.

Las presas solo se justifican si cumplen con estos objetivos:

A.- Un objetivo de protección. Cuando las avenidas de la corriente que se pretende interrumpir con dicha presa inundan constantemente poblaciones aguas abajo.

B.- Un objetivo hidroagrícola. Cuando con el agua retenida se abrirá una importante zona agrícola en beneficio de mucha gente, un número que debe superar al de los afectados. [Se refiere a] Aguas arriba e inundación de los pueblos en el área de su embalse.

C.- Un objetivo de generación de energía eléctrica. Es cuando se busca aprovechar los escurrimientos para instalar turbinas y, con la fuerza potencial del agua, generar energía eléctrica.

Las presas por sí solas no producen agua, pero sí la consumen: el agua almacenada en ellas se reduce constantemente por evaporación y por infiltración. En Sonora, con más razón debido a las altas temperaturas, llegando a tener pérdidas considerables.

Por estos motivos, se ha estimado que se pierden o se abate un centímetro por día, lo que quiere decir que se reduce el tirante de agua 30 centímetros en un mes. En un kilómetro cuadrado de espejo de agua (área equivalente a 100 hectáreas, que equivale a un millón de metros cuadrados) por 30 centímetros, son 300,000 metros cúbicos de pérdidas por evaporación e infiltración por mes, lo que equivale a 300,000,000 de litros.

Si consideramos que no hay más agua disponible que la raquítica cantidad de escurrimiento del Río Sonora, y si le construimos tres presas, se estarán triplicando las pérdidas antes calculadas, lo que convierte en un disparate la sola idea de construir tres embalses en una corriente que solo cumple con su meta ecológica local.

Se puede poner un ejemplo. Si consideramos que solo tenemos un limitado escurrimiento anual, lo compararemos con los ingresos de nómina en un banco. Si ponemos ese raquítico ingreso en tres cuentas bancarias, nos cobrarán manejo de cuenta por cada una (equivalente a la evaporación e infiltración), y al final se nos reducirá el ingreso real por esos cargos. Eso pasará si se construyen otras tres presas.

Un ejemplo

En el sur tenemos una experiencia: la presa Pilares. La estafa maestra en obras de infraestructura hidráulica. Se gastaron 2,400 millones para tener 2,400 hectáreas menos de disponibilidad de volumen, solo por cumplir una meta política: llevar a Padrés a la gubernatura de Sonora y llenarle el bolsillo a algún político constructor.

Se recomienda, en el caso del Río Sonora, reunir a los mejores técnicos de México (unos cinco, debido a que no abundan) y analizar técnicamente este caso, basándose en la estadística histórica de los escurrimientos, sin intromisión de gente del Gobierno de Sonora.

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