También es capaz de promover la angiogénesis (formación de nuevos vasos sanguíneos) y la formación de nuevo tejido, así como también la regeneración, proliferación y migración celular, dando como resultado una cicatrización adecuada
CIAD/VdM, 05 de marzo
Las heridas representan una problemática de salud pública, ya que, por ejemplo, en México su atención mensual puede llegar a costar más de 46 millones de pesos sólo en procedimientos ambulatorios, mientras que los gastos en pacientes hospitalizados pueden ascender a más de 1,864 millones de pesos, de acuerdo a datos de la Secretaría de Salud.
Lo anterior es debido a que, para su tratamiento, es necesaria la participación de personal especializado, insumos y materiales de curación sofisticados y periodos de tiempo prolongados en hospitalización.1
En nuestro país, el tipo de heridas que predomina son las traumáticas, las úlceras de pie diabético, heridas por presión y úlceras vasculares, entre otras.1 Para su tratamiento comúnmente se emplean antisépticos, antibióticos y material de curación como apósitos de tipo pasivo (gasas, parches y vendajes), de tipo activo (hidrogeles, esponjas, películas e hidrocoloides) y apósitos bioactivos.
Estos últimos son una especie de apósitos activos, pero con la característica de interactuar con la herida; normalmente pueden fungir como sistemas de liberación de fármacos, los cuales ejercen propiedades bioactivas como antimicrobianas, antioxidantes y antiinflamatorias, entre otras, con el fin de acelerar y mejorar el proceso de cicatrización.2, 3
A estos apósitos bioactivos se les pueden añadir fitoquímicos (conocidos también como productos naturales), en particular compuestos de tipo fenólico como los flavonoides, ya que han demostrado mediante estudios in vivo en roedores y en humanos su habilidad para promover la migración y proliferación celular, que son piezas clave para una correcta cicatrización.4, 5
Uno de los flavonoides mayormente estudiado es la quercetina, un compuesto que se encuentra ampliamente distribuido en la naturaleza, principalmente en frutos, vegetales y plantas medicinales.
La quercetina (figura 1) presenta múltiples bioactividades que coadyuvan a una cicatrización adecuada; por ejemplo, presenta efectos bactericidas contra bacterias oportunistas en heridas como P. aeruginosa, S. aureus y E. coli.6, 7 También presenta efectos antioxidantes que contrarrestan el exceso de especies reactivas de oxígeno (ROS) y radicales libres;4 además, es antiinflamatorio, pues inhibe la síntesis de interleucinas, prostaglandinas y óxido nítrico.8
Si bien en etapas tempranas de la cicatrización es necesaria la presencia de ROS y moléculas inflamatorias, si ocurre algún desbalance o exceso de estas, ello podría dar origen a heridas crónicas, las cuales son más susceptibles a infecciones.
Figura 1. Quercetina (2-(3,4-dihidroxifenil)-3,5,7-trihidroxicromen-4-uno).
La quercetina también es capaz de promover la angiogénesis (formación de nuevos vasos sanguíneos) y la formación de nuevo tejido, así como también la regeneración, proliferación y migración celular, dando como resultado una cicatrización adecuada.9, 10
Numerosos estudios sustentan la eficiencia de la quercetina como un agente cicatrizante; sin embargo, hace falta más investigación en humanos (estudios clínicos) para establecer dosis adecuadas, tiempo de tratamiento y vehículos que faciliten su liberación y absorción.
Al ser un compuesto de origen natural, su obtención puede llegar a ser más rentable que los fármacos o antibióticos obtenidos por síntesis química, por lo que potencialmente puede presentarse como un producto natural innovador para aplicaciones clínicas y farmacéuticas.
Referencias
1 Vela-Anaya, G., Stegensek-Mejía, E.M., Leija-Hernández, C. (2018). Características epidemiológicas y costos de la atención de las heridas en unidades médicas de la Secretaría de Salud. Rev Enferm IMSS, 26(2): 105-114. https://www.medigraphic.com/pdfs/enfermeriaimss/eim-2018/eim182g.pdf.
2 Martínez-Correa, E., Osorio-Delgado, M. A., Henao-Tamayo, L. J. y Castro-Herazo, C. I. (2020). Clasificación sistemática de apósitos: una revisión bibliográfica. Revista Mexicana de Ingeniería Biomédica, 41(1): 5-28. https://doi.org/10.17488/rmib.41.1.1.
3 Schoukens, G. (2019). 5 – Bioactive dressings to promote wound healing. Advanced textiles for wound care (2ª ed.). The Textile Institute Book Series. https://doi.org/10.1016/B978-0-08-102192-7.00005-9.
4 Comino-Sanz, I.M., López-Franco, M.D., Castro, B. y Pancorbo-Hidalgo, P.L. (2021). The Role of antioxidants on wound healing: a review of the current evidence. J. Clin. Med., 10: 3558. https://doi.org/10.3390/jcm10163558.
5 Zulkefli, N., Che Zahari, C.N.M., Sayuti, N.H., Kamarudin, A.A., Saad, N., Hamezah, H.S., Bunawan, H., Baharum, S.N., Mediani, A., Ahmed, Q.U. et al. (2023). Flavonoids as potential wound-healing molecules: emphasis on pathways perspective. Int. J. Mol. Sci., 24, 4607. https://doi.org/10.3390/ijms24054607.
6 Ouyang, J., Feng, W., Lai, X., Chen, Y., Zhang, X., Rong, L., Sun, F. y Chen, Y. (2020). Quercetin inhibits Pseudomonas aeruginosa biofilm formation via the vfr-mediated lasIR system. Microbial Pathogenesis, 149, 104291. https://doi.org/10.1016/j.micpath.2020.104291.
7 Musini, A., Singh, H.N., Vulise, J., Pammi, S.S.S. y Giri, A. (2023). Quercetin’s antibiofilm effectiveness against drug resistant Staphylococcus aureus and its validation by in silico modeling. Research in Microbiology, 104091. https://doi.org/10.1016/j.resmic.2023.104091.
8 Fu, J., Huang, J., Lin, M., Xie, T. y You, T. (2020). Quercetin promotes diabetic wound healing via switching macrophages from M1 to M2 polarization. Journal of Surgical Research, 246: 213-223. https://doi.org/10.1016/j.jss.2019.09.011.
9 Mi, Y., Zhong, L., Lu, S., Hu, P., Pan, Y., Ma, X., Yan, B., Wei, Z. y Yang, G. (2022). Quercetin promotes cutaneous wound healing in mice through Wnt/β-catenin signaling pathway. Journal of Ethnopharmacology, 290, 115066. https://doi.org/10.1016/j.jep.2022.115066.
10 Huang, H., Chen, Y., Hu J. et al. (2023). Quercetin and its derivatives for wound healing in rats/mice: evidence from animal studies and insight into molecular mechanisms. Int Wound J., 1-16. https://doi.org/10.1111/iwj.14389.
Autores: Luis Alfonso Jiménez Ortega, estudiante del doctorado en ciencias, y José Basilio Heredia, investigador del CIAD en Culiacán.