Primeros cien días

En el caso de la presidenta Claudia Sheinbaum lo único que puede presumir es lo que heredó de su antecesor, la continuación de las obras iniciadas durante el gobierno anterior.

 

Por Andrés A. Solis*

 

Estado de México/VdM, 15 de enero

 

 

El 2 de junio de 1933, Franklin D. Roosevelt emitió un mensaje radial al pueblo de Estados Unidos; un mensaje que tuvo como razón de ser medir los primeros resultados de un paquete de reformas que buscan contar y revertir los efectos de la profundé crisis económica que vivía el mundo después de la gran depresión de 1929.

El mensaje fue tres meses después de haber rendido protesta como presidente, casi cien días, pero los asesores del presidente lo convencieron de que el título del discurso se llamara así: “los primeros 100 días”.

A partir de allí, todos los presidentes de Estados Unidos tomaron esa costumbre de dar un mensaje al cumplirse ese período.

Pasaron pocos años para que otros y otras gobernantes de América Latina copiaran este singular, intrascendente y particularmente innecesario rito.

¿Qué se puede hacer en cien días gobernando un país?

En el caso mexicano, los presidentes daban su mensaje de sus primeros cien días presumiendo que habían cumplido una o dos promesas de campaña, la mayoría meros discursos fantasiosos.

Los presidentes de México usan ese mensaje de los primeros cien días para presumir obras con un presupuesto que no habían diseñado ni presentado al Congreso, pues era el presupuesto que se había aprobado en el último año de sus predecesores.

En el caso de la presidenta Claudia Sheinbaum, su discurso de sus primeros cien días lo hizo incluso cuando el presupuesto 2025 no ha salido de las arcas nacionales, ni del control de la Secretaría de Hacienda, y lo único que puede presumir es lo que heredó de su antecesor, la continuación de las obras iniciadas durante el gobierno anterior.

Incluso, a diferencia de Rooselvelt que inauguró el rito de los cien días para ver el alcance de sus reformas constitucionales; en el caso mexicano sólo se aprobaron las reformas que en febrero de 2024 presentó el anterior presidente, no los de la actual presidenta.

Pero vimos publicaciones interesantes en la prensa mexicana.

Los medios públicos destacaron hasta lo inexistente.

Los medios aliados dedicaron importantes espacios para presumir lo que desde su óptica es lo bueno de estos primeros tres meses de gobierno.

Los medios críticos intentaron poner los datos por delante para mostrar el grado de avance de la actual administración, con énfasis en temas trascendentales como economía y seguridad y el componente cada vez más delicado de la movilidad humana.

Los medios contrarios sólo quisieron destacar lo negativo, incluso sin tener información verificada y documentada.

Y de alguna u otra manera, todos los medios del país destacaron en sus portadas y teasers el discurso vacío que la Presidenta dio en la Plaza de la Constitución.

Fue, como lo hicieron sus antecesores de todos los partidos, la ampliación de un discurso de campaña.

¿Con qué se quedan las audiencias?. Prácticamente con nada.

La post verdad es lo que domina el discurso público y las publicaciones de los medios en momentos como este.

Los fieles creyentes de la presidenta y su “segundo piso” de la cuarta transformación tienen la certeza de que México va muy bien y ya se extinguieron los pobres y la corrupción por decreto (ya de suyo tonto hablar del segundo piso, porque para que haya segundo piso debió haber un primer piso y cualquier persona arquitecta sabe que antes del primer piso está la planta baja, que sería lo que el anterior presidente dijo construir).

Los recalcitrantes detractores de la presidenta creerán en las publicaciones de que todo va de mal en peor y el país es un desastre por todos lados.

Las audiencias que confían en los medios serios se quedaron con la realidad de que nuestro país es exactamente el mismo que era el 30 de septiembre de 2024, sólo con la conclusión de reformas constitucionales que a medida que avancen los meses se notará su verdadero impacto.

Todo lo demás es propaganda barata que nos sirve para nada.

PD: Gracias, porque gracias a ustedes llegamos a 350 entregas de “Entre Periodistas”

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*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el programa “Periodismo Hoy” que se transmite los martes a las 13:00 hrs., por Radio Educación. Integrante del Consejo Consultivo del Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación.

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