Los del norte buscan que los aspirantes a presidencias municipales firmen un acuerdo en donde se comprometan a no agredir a periodistas y no se obstruya el trabajo informativo, y los del centro pedir que se fortalezca el Mecanismo de Protección, que se garantice el acceso a la información y que se deje de criminalizar al periodismo desde el púlpito presidencial.
Por Andrés A. Solis*
Estado de México/VdM, 14 de mayo
En menos de 24 horas recibí un par de comunicados y pronunciamientos de colegas periodistas que intentan buscar a diferentes aspirantes a cargos de elección popular.
Un caso es del norte, donde colegas quieren reunirse con quienes aspiran a presidencias municipales para que firmen un acuerdo de que en caso de que ganen las elecciones del 2 de junio, se comprometan a no agredir a periodistas y no se obstruya el trabajo informativo.
El otro caso es de la zona centro, donde las y los periodistas buscan acercarse a las candidaturas presidenciales para pedir que se fortalezca el Mecanismo de Protección, que se garantice el acceso a la información y que se deje de criminalizar al periodismo desde el púlpito presidencial.
No es que sean malas ideas, es que llegan demasiado tarde; al cuarto para la hora de las elecciones del 2 de junio y llegan desarticuladas, aisladas y con muy escaso consenso y por lo tanto, condenadas al fracaso.
La propuesta norteña es muy limitada, pues prefieren acercarse a quienes serán las y los próximos presidentes municipales de apenas una región de uno de los estados más grandes en cuestión de territorio.
Es en una entidad que por cierto es de las que no cuenta con una ley de protección de periodistas porque no ha habido voluntad política de ninguno de los partidos que han gobernado esta entidad (y ya van tres colores).
Pero tampoco hay ley, porque a pesar de que en octubre de 2012 llevamos una primera propuesta de una ley de protección integral, no hubo interés suficiente y por el contrario, caso doce años después, no hay ni siquiera una idea clara del tipo de ley que requiere esta entidad.
La otra propuesta que circula intenta llegar a las candidatas y al candidato presidencial. A estas alturas de las campañas, ni siquiera les van a firmar el acuse de recibido del documento.
Estos esfuerzos son valiosos, debimos hacerlo antes y de mejor manera.
Muestran además dos realidades:
- El gremio de periodistas sigue desarticulado. Hace una década pensamos que íbamos avanzando en crear fortalezas locales, regionales y estatales para hacer un frente nacional; incluso organizamos dos encuentros nacionales con más de un centenar de participantes de 28 entidades. Nos ganó el día a día y el trabajo se diluyó y no hemos sabido recuperarlo. Es nuestra responsabilidad como periodistas.
- Nadie que quiere ser presidente o presidenta ha hecho una sola propuesta real de cómo garantizara el libre ejercicio profesional del periodismo qué hará para detener la imparable violencia que se comete contra medios y periodistas. Y no lo han hecho porque no está en su interés, no entienden que sin prensa libre no hay democracia y hay al menos una postura de la candidata oficial de mantener las cosas como están; es decir, de seguir usando los recursos del poder para descalificar a medios y periodistas.
Llegamos tarde y no nos dimos cuenta.
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*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el programa “Periodismo Hoy” que se transmite los martes a las 13:05 hrs., por Radio Educación.