Los gobernantes indígenas no aprovechan los planes de justicia para acceder a los apoyos y se conforman con “pellejos” y el servilismo al yori.
Por Emilio Borbón Willis
Navojoa/VdM, 10 de marzo
Hace 200 años el recién creado estado de Occidente, implementó una medida de aplicar impuestos y fraccionar las tierras de los indígenas, esto con el fin de ubicar a tanto hombre blanco que venía a radicar a los fértiles valles del Yaqui y Mayo
Los yaquis que se creían, y hasta la fecha, una nación independiente (y en realidad así es), recibieron la noticia de que tenian que pagarle impuestos a otra nación.
Éstos se inconformaron y al mando de Juan Juzacamea, alias Juan Banderas, se levantaron en armas en contra de esas órdenes de recaudar impuesto para los yoris. En la sublevación fueron apoyados por los mayos, pimas y los ópatas al mando de Dolores Gutiérrez. Los arcos y flechas fueron insuficientes contra rifles y cañones de los blancos.
El movimiento armado de Juzacamea fue el en 1825, exactamente hace 200 años, siendo derrotado dos años despues, acordando una pausa en su lucha, la cual logro no cobrar impuestos.
Dos años después, el gobierno vuelve a la carga y en el año 1829, trata nuevamente de obligar a los Indígenas de Sonora a pagar a un gobierno del cual ellos no formaban parte, ya que consideraban una nación independiente
En esta ocasión Banderas consideró necesario pelear con las mismas armas que los yoris, iniciando con el acopio de armas y pólvora para un segundo y eficaz levantamiento, el cual ocurrió el año 1833. Al mando de 1,000 hombres otra vez fue derrotado cerca de Arizpe y condenado a ser fusilado, quedando para la posteridad y la historia el primer levantamiento indígena en Sonora contra el gobierno del México independiente.
Se preguntaran, ¿a qué se debe esta narrativa?, ¿qué tiene que ver con los acontecimientos de actualidad, con lo que paso hace tanto tiempo?.
Sólo basta ver las manifestaciones de inconformidad de los habitantes de Navojoa, no por la Implantación de impuestos, sino por el desmedido, ilegal y cruel aumento de los mismos en el municipio.
Irónicamente Navojoa, que tiene en su jurisdicción a cuatro de los ocho pueblos indígenas mayos, y son, a saber: Camoa, Tesia, Navojoa y Cohuirimpo, cuyos gobernadores no saben quién fue Juan Juzacamea Banderas, ya que ellos si traen su bandera muy propia: la bandera del servilismo.
Los indígenas en la actualidad en base al Plan de Justicia tienen un gran poder, que no están aprovechando, dejándose manipular y desaprovechando miles de millones de pesos que están actualmente disponibles para ellos. Se conforman con “pellejos”, siendo dueños del filete.
Recordemos la frase de Cajeme: “Antes como antes y ahora como ahora”. Los Mayos son los indígenas más vendidos de Sonora, por esa razón siendo jefe de los tres ríos, vino y colgó a varios lideres mayos en El Capuzarit, cerca de Etchoioa, por “torocoyorim” y traidores a su raza. Piolas harian falta actualmente.
En materia indígena, si ponemos al lobo a redactar la ley, matar ovejas no es delito.