La salud mental de los jóvenes

Al utilizar plataformas digitales y redes sociales pueden promover un discurso positivo y constructivo, alentando a sus colegas a buscar ayuda y a hablar de sus emociones sin miedo al juicio.

 

Hermosillo/VdM, 25 de enero

 

 

La Cuarta Transformación (4T) en México no solo implica un cambio político y social, sino también un compromiso profundo con las conciencias de las nuevas generaciones; la salud mental y el bienestar se han convertido en temas cruciales que exigen la atención y acción de los jóvenes.

A través de esta revolución de las conciencias, se busca un enfoque humanista que valore la dignidad y el bienestar de cada individuo, reconociendo que la salud mental es tan importante como la salud física. El humanismo mexicano, arraigado en la rica historia y cultura del país, promueve una visión integral del ser humano, enfatizando la empatía, el respeto y el desarrollo personal. Para los jóvenes, que enfrentan desafíos únicos como la presión académica, la competencia laboral y la incertidumbre sobre el futuro, es esencial adoptar esta perspectiva humanista. A través de la empatía, pueden aprender a entender y compartir las experiencias de sus pares, lo que fomentará una comunidad más solidaria y resiliente1.

Uno de los principales retos en la salud mental de los jóvenes es el estigma asociado a los trastornos mentales. Hablar abiertamente sobre problemas como la ansiedad, la depresión y el estrés sigue siendo tabú. Los jóvenes tienen el poder de cambiar esta narrativa. Al utilizar plataformas digitales y redes sociales, pueden promover un discurso positivo y constructivo, alentando a sus colegas a buscar ayuda y a hablar de sus emociones sin miedo al juicio1. Esta responsabilidad puede ser vista como parte de la revolución de las conciencias, donde el conocimiento y la apertura se convierten en herramientas fundamentales para el cambio social.

La 4T también se enfoca en el desarrollo integral de las personas. En este sentido, las políticas públicas incluyen programas dirigidos a la salud mental, con una mayor disponibilidad de servicios de psicología y psiquiatría, y programas educativos de habilidades socioemocionales. Aprendiendo no solo a enfrentar sus propios desafíos, sino también a apoyar a sus compañeros en momentos de crisis1. El bienestar no solo se refiere a la ausencia de problemas mentales, sino a la promoción de un estilo de vida saludable. Esto incluye prácticas de actividad física, alimentación balanceada y el fomento de relaciones interpersonales sanas.

Los jóvenes son especialmente receptivos a estas ideas. Por tanto, es fundamental integrar el bienestar mental en el discurso cotidiano sobre la materia, abordándolo como un componente esencial de la vida. Los jóvenes son la clave para la revolución de las conciencias en la 4T.

Al adoptar un enfoque humanista hacia la salud mental y el bienestar, no solo empoderan a su generación, sino que también contribuyen a una sociedad más justa y solidaria. Al enfrentar el estigma, promover la salud mental y priorizar el bienestar en sus comunidades, los jóvenes pueden ser agentes de cambio, construyendo un futuro donde la salud mental sea un derecho garantizado y disfrutado por todos.

 

@IngJavierRuiz

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