La nueva Secretaría del Agua

También es necesario formar a los técnicos a través de la creación de una Universidad del Agua

 

Por Emilio Borbón Willis

 

Navojoa/VdM, 18 de octubre

 

 

Estamos tan atrasados en el tema del agua en México, que nos encontramos al nivel que teníamos hace cien años, con una simple Comisión Nacional del Agua, en la misma fecha tenía un nombre similar, Comisión de Irrigación, la que afortunadamente se elevó al grado de secretaría dos años más tarde.

Nace la Secretaría de Recursos Hidráulicos en 1926, una super secretaría que construyó la mayor parte de los 86 distritos de riego, sus 136 presas de almacenamiento, y las 25,000 unidades de riego para el desarrollo rural de todo el país, que riegan 3.5 y 2.5 millones de hectáreas, respectivamente. Las 136 presas son las que aprisionan 51,000,000,000 m³ de un total de 355,000,000,000 m³, que escurren por los ríos y arroyos de nuestro México.

La nueva secretaría deberá tomar el modelo exacto de dicha secretaría, con gente capaz y honesta, que sí la hay en México. En forma complementaria, se deberá establecer la Universidad del Agua, lo que propongo es que sea la rectora la Escuela Nacional de Irrigación de Chapingo, con una extensión en cada estado. En dicha Universidad del Agua, se proponen dos especialidades:

A.-Especialista en administrar, conservar y operar distritos y unidades de riego.

B.-Especialista en administrar, conservar y operar organismos operadores de agua potable de los municipios.

Así que la sola presencia de la Secretaría no basta para tener éxito en el tema del agua, se debe tener formación profesional, se deben volver a calcular en todas las áreas de riego las constantes de humedad de los distintos tipos de suelos y condiciones climatológicas del lugar, ya que el cambio climático las ha modificado y su uso consuntivo y evapotranspiración de las plantas no es el mismo.

Además de lo técnico en materia de agua, la gobernanza y orden con conocimientos técnicos son fundamentales, es volver a darle el sentido social que tenían antes de 1976 los distritos y unidades de riego, lo que se perdió al dar vida a la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, cuando se fusionó la Secretaría de Agricultura con la SRH, perdiéndose la capacidad técnica y moral de la Secretaría de Recursos Hidráulicos, que era el objetivo para tomar como pretexto la transferencia de los distritos y el monopolio del agua.

Soy de los pocos técnicos que quedan en México que cuentan aún con lucidez mental y que laboraron, y pueden hacer comparaciones en las tres modalidades de los últimos cincuenta años: la SRH, la SARH y Conagua. Dijo Galileo: “Me ha sido más fácil predecir el movimiento de los astros que están a millones de kilómetros de mí, que determinar el movimiento del agua que pasa frente a mis ojos”, así de difícil es el campo del agua. Esa es la razón por la que propongo y recomiendo la Universidad del Agua, que sería el complemento de la nueva Secretaría del Agua.

Blindar el volumen para uso público urbano, modernizar las áreas de riego, que pierden algunas más de la mitad en las redes de distribución, por infiltración y evaporación. Efecto positivo de la reunión con Ramírez Cuéllar en Hermosillo, recientemente. ¡Vamos Heriberto!, ¡vamos Alma Higuera!… ¡Tury Sonora, Zayla!.

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