irritables e impacientes, los niños de la generación tecnológica: Angélica Sol

¿Cómo son los niños de la llamada generación tecnológica?

Una profesora de primaria detalla que son impacientes, aislados e irritables

Navojoa/VdM, 29 de abril Los tiempos cambian y marcan el desarrollo de las generaciones. Hace cincuenta o cuarenta años, los niños eran más sociables, más autónomos y carentes de comodidades.

Para la profesora Angélica Leinai López Sol, docente en una primaria de Hermosillo, hoy los niños –con base en las características de los alumnos que ha tenido a lo largo de sus años en la docencia– suelen ser impacientes, aislados e irritables.

“Esto se debe a la tecnología”, señala la profesora de quinto año de primaria. “Pero lo negativo que tenemos con ella es que la mayoría de nuestra población infantil utiliza el teléfono; es prácticamente su niñera”.

“¿Por qué?”, se preguntó. “Porque se me hace más fácil a mí, mamá, un ‘ten, mijito: agarra el teléfono; déjame platicar’, o ‘voy en el carro manejando: ten, agarra el teléfono, déjame manejar’. En cierta forma, no es que yo sea mala mamá porque le estoy dando el aparato”.

Esto se debe al ritmo acelerado de los nuevos tiempos, indicó  

“Muchas veces no nos damos cuenta del daño que les hacemos a los pequeños, pero al momento en que ustedes le dan un teléfono a un niño y a este no le gusta algo, lo cambia y vuelve a cambiar. Incluso como padres decimos orgullosos: ‘¡Ay, qué padre! El niño ya le sabe mover (al teléfono)’, pero realmente lo único que le estamos enseñando es a no tener paciencia”.

El teléfono e internet, que van de la mano, también fomentan el aislamiento del menor. “Si no me gusta el tema, lo quito”.

“¿Y qué es lo que pasa? Tenemos niños que se nos aíslan. ¿Por qué? Porque no les gusta tu forma de ser, el tema, o simplemente porque no me gusta y me hago a un lado”.

También, el uso indiscriminado de las tecnologías ha fomentado la aparición de una generación de niños irritables. 

“Hoy tenemos niños que explotan y se molestan. ¿Por qué? Por lo mismo: porque no enseñamos la paciencia de esperar. Si los mandamos a hacer fila, se molestan; se enoja porque venden en la tiendita por paquetitos. Simplemente ya no existe la educación de esperar, de tener paciencia. 

Y lo vemos desde bebés de meses que agarran el teléfono y ya. No les gustó, lo cambian. Saben más de tecnología que nosotros y están pequeñitos”.

Utilizar la tecnología

Reconoció que en sondeos realizados entre los niños, son pocos los que actualmente tienen interés en terminar una carrera profesional.

Los niños ya no quieren ser doctores, ingenieros, abogados, profesores. “No, ahora quieren ser youtubers, influencers, en donde no se ocupa estudiar y las plataformas se encargan de pagarles”.

Es aquí, narró López Sol, cuando el docente debe utilizar su creatividad y fomentar el interés en una generación que tiene la información prácticamente al alcance de su mano, pero que rara vez sabe utilizarla.

“Yo les digo que para hacer un video se ocupa saber editar, conocer las reglas ortográficas para poner los títulos a los videos, conocer de historia, hacer un guión e incluso saber matemáticas para tener un control del dinero que les pagarán las redes”.

Este tipo de cuestionamientos despierta el interés del niño y favorece el uso de las herramientas tecnológicas, como la pizarra electrónica, el proyector, videos y otros dispositivos para fomentar el aprendizaje a través de juegos lúdicos de diversión y aprendizaje al mismo tiempo, comentó.

Otro factor a tomar en cuenta es que el docente también debe conocer y manejar la tecnología, enriqueciendo así el proceso de enseñanza en el aula.

Aunque, aclaró que estos materiales deben ser comprensibles y apegados al contenido visto en clase. “Hay algunas informaciones que son procesos muy largos y otras muy cortos. Yo doy una clase a los niños sobre las sumas de fracciones, y un niño me dice: ‘es que mi papá me puso un video,…

“Hay algunas informaciones que son procesos muy largos y otras muy cortos. Yo doy una clase a los niños sobre las sumas de fracciones, y un niño me dice: ‘es que mi papá me puso un video, maestra, y hasta divisiones con punto decimal, y aquí está bien cortita’. 

Cada quien tiene su forma de enseñar, y obviamente un video te va a enseñar otra información y aquí aterrizamos otra. Sin embargo, lo que tú me traes también está bien. También es importante apoyar en ese aspecto, orientando. Es una forma de utilizar la tecnología”.

Finalmente, la profesora Angélica Leileni López Sol sugirió: “No dejarles toda la tecnología. Y eso es lo más importante: no dejarles todo. Muchísima información es incorrecta. Yo como maestra tengo que enseñar a los niños cómo entrar, qué es bueno, qué es malo y cómo podemos también dar algún tipo de información”, concluyó.

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