Estudiante de la la Universidad de la Sierra participarán en un proyecto de investigación internacional sobre la ecología térmica del lagarto cornudo real (Phrynosoma solare).
Moctezuma/VdM, 19 de marzo
Estudiante de la licenciatura en Biología de la Universidad de la Sierra (Unisierra), participarán en un proyecto de investigación internacional sobre la ecología térmica del lagarto cornudo real (Phrynosoma solare), popularmente conocido como camaleón sonorense, anunció Juan Carlos Avilés Miranda.
El rector de la Unisierra señaló que este trabajo es resultado de los esfuerzos de conservación e investigación de Itzel Yareli Becerril Dorantes, estudiante de Biología, quien recientemente fue reconocida por la Horned Lizard Conservation Society (HLCS), una organización ambientalista internacional sin fines de lucro.
Gracias a este apoyo, resaltó, podrá cumplir los objetivos del programa y fortalecer los esfuerzos científicos en la región para conservar a esta especie, particularmente vulnerable a los efectos del cambio climático.
El proyecto de investigación, que busca comprender cómo la variación de temperatura impacta a estos reptiles y qué estrategias pueden ayudar a su conservación, se llevará a cabo en Hermosillo, Mazocahui y Nacozari de García, con la participación de cinco estudiantes de México, Estados Unidos y Canadá, quienes recopilarán datos sobre la temperatura corporal, las condiciones térmicas preferidas y los límites de tolerancia al calor y al frío.
Siguiendo los lineamientos de la NOM-126-ECOL-2000, este trabajo aportará información clave para identificar hábitats críticos y proponer estrategias de protección ante los cambios ambientales, donde a través de los resultados encontrados se abre la puerta al diseño de políticas para promover la conservación y rescate de la biodiversidad en México.
Conócelo
Según información del Gobierno de México, el Lagarto cornudo cola plana* es nativo de las zonas arenosas del Desierto Sonorense, la especie endémica Phrynosoma mcallii, conocida comúnmente como lagarto cornudo cola plana ó falso camaleón cola plana, nombre que hace justicia a sus ocho cuernos que sobresalen en la parte trasera de su cabeza y a su abdomen y cola aplanados. Otra característica única en su género es una línea negra que recorre su dorso.
Por su forma y tamaño es un reptil relativamente pequeño, pues mide de 6 a 8 centímetros de longitud y pesa en promedio 11.5 gramos; su color es café claro, muy similar a la arena de los desiertos de Arizona, California y el norte de México, lugares que son su principal área de distribución, con poblaciones dentro de la Reserva de la Biósfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar y la Reserva de la Biósfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado.
La mejor defensa que tienen es su camuflaje, el cual se ha ido perfeccionando con el tiempo: su cuerpo puede aplanarse al grado de proyectar una sombra mínima. En algunas ocasiones puede intentar defenderse con sus cuernos, moviendo su cabeza.
A simple vista pareciera imposible poder localizar estas lagartijas, pero suelen moverse cuando uno se acerca a ellas. Otra forma de encontrarles puede ser rastrearlas por sus huellas o excretas, que tienen características muy particulares. Las excretas están formadas por restos de hormigas forrajeras (gen. Veromessor y Pogonomyrnex), dieta principal del lagarto cornudo cola plana.
Los lagartos cola plana son animales de sangre fría, les gustan los días tibios y soleados, aunque son muy sensibles al calor extremo. Su actividad se limita a las primeras horas de la mañana y el atardecer. Buscan las sombras de los arbustos o pueden enterrarse bajo la arena, donde la temperatura es menor que la de la superficie.
El lagarto cornudo cola plana se encuentra listado dentro de la Norma Mexicana (NOM-59- SEMARNAT 2010) bajo la categoría de especie “Amenazada” y está catalogado en la Lista Roja de la UICN como una “especie casi amenazada”, lo anterior debido a la pérdida de su hábitat, cuya extensión no es mayor a los 2,000 kilómetros cuadrados, con poblaciones muy separadas entre sí.
Es por ello que desde el año 2015 la Reserva de la Biósfera el Pinacate y Gran Desierto de Altar lleva a cabo un monitoreo de esta especie, en donde participan voluntarios que son coordinados por el Dr. Rafael Lara Reséndiz, de la Universidad de California, Santa Cruz, a través de un esfuerzo binacional realizado en conjunto con el Departamento de Caza y Pesca de Arizona. Con este monitoreo se busca obtener información acerca de los números de las poblaciones que habitan en el Área Natural Protegida, así como identificar los factores que alteran la reproducción y crecimiento de esta especie.
AMENAZAS
Pérdida de hábitat (urbanización).
Erradicación de hormigas.
Pesticidas.
Vehículos todo terreno.
Desplazamiento de hormigas nativas.
Depredación por gatos y perros domésticos.
Cambio climático.