El agua no nace en Sonora, pero sí está en la misma cuenca

La cuenca del Río Fuerte, en Sinaloa, invade territorio sonorense hasta el margen izquierdo del arroyo de Masiaca.

Navojoa/VdM, 01 de diciembre

 

 

Es necesario informar a los lectores que las cuencas hidrológicas no respetan límites estatales, nacionales ni internacionales.

Hay cuencas, como la del Río Amazonas, que reconocen el derecho a su agua hasta en seis países.Un caso similar lo tenemos en el norte de México, en la cuenca del Río Colorado, que nace en Estados Unidos pero termina en México.

Por lo tanto, le corresponde a México un volumen anual de 1,850$ millones de metros cúbicos, agua con la que riega el Distrito 14 del Valle de Mexicali y San Luis Río Colorado.

En Chihuahua tenemos el Río Conchos, el cual nace en nuestro país y es afluente del Río Bravo. Por la misma razón y en virtud del convenio existente en la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) que data desde 1944, México le debe aportar a EE. UU. un volumen de 450 millones de metros cúbicos.

Es claro entender que el incumplimiento de estos acuerdos por alguna de las dos partes puede generar un conflicto internacional.

Esa es una de las razones por las que la nueva Ley Federal de Aguas deja claro que el agua es propiedad del Gobierno Federal y que los estados no tienen injerencia en esos asuntos.

Por eso se le llama Comisión Internacional de Límites y Aguas, no Comité Interestatal de Límites de Aguas.

En el interior de México existen grandes ríos que nacen y terminan dentro del territorio, cuyas cuencas tocan y captan escurrimientos de varios estados.

En este caso nos referiremos al Río Fuerte, que capta agua de Chihuahua, Sonora y Durango, estados que, por la misma razón, tienen derecho a esas aguas, ya sea para riego o para uso público urbano.

En especial, la cuenca del Río Fuerte, en Sinaloa, invade territorio sonorense hasta el margen izquierdo del arroyo de Masiaca, lo que justifica que se le hayan etiquetado a Sonora 402.5 millones de metros cúbicos de la presa Huites, hoy Luis Donaldo Colosio Murrieta.

También, según la ley, Sonora tiene derecho al agua de los acuíferos de la cuenca. Así quedó estipulado en el proyecto ejecutivo que justificó el enorme gasto económico que representó la construcción de la presa mencionada.

Se extraerá anualmente toda el agua que la recarga permita, con el fin de complementar el volumen en épocas y ciclos de bajos escurrimientos.

Fui parte del selecto grupo que redactó el Reglamento de Operación de Presas del Río Fuerte, ya con la nueva presa. Junto con gente del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) hicimos ese importante trabajo; en mi caso, representé a Sonora y sus intereses.

Invito al nuevo director del Organismo de Cuenca Noroeste (OCNO) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a que conozca el aspecto técnico, legal y social del nuevo Distrito de Riego Indígena en el sur de Sonora; que vea todo a detalle y la justificación de cada uno de los aspectos.

La conveniencia de oficializar a esa región como un nuevo Distrito de Riego, abierta al cultivo por el Dr. Samuel Ocaña García, y para la cual el Lic. Manlio Fabio Beltrones gestionó el agua para regar con la nueva presa —que abrió sus compuertas el 14 de diciembre de 1995—, es clara.

Ese día se debieron emitir las dos concesiones: una de 200 millones de metros cúbicos de agua para regar las 20,000 hectáreas del Módulo Uno, y otra con 150 millones de metros cúbicos para sus 15,000 hectáreas del Módulo Dos.

Esto beneficiaría a 2,000 y 1,500 ejidatarios, respectivamente, respecticamente, con 10 hectáreas por derecho y un volumen de 100,000 metros cúbicos por parcela.

En esta zona, en sus 30 ejidos, hay tierra suficiente para venderle al gobierno las 10,000 hectáreas para 2,000 familias indígenas. Yo diré en su momento de dónde y cómo les daremos los 100 millones de metros cúbicos.

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