El acueducto Nahuibampo-Álamos

En el tema de agua no todo el que chifla es arriero, y casi todo político contratista.

 

Por Emilio Borbón Willis

 

Navojoa/VdM, 17 de marzo

 

 

Al igual que con la presa Pilares en el caso del desarrollo del acueducto Nahuibampo a Álamos, fue un proyecto que en su momento me opuse y hasta presenté alternativas más viables y económicas.

Propuse al presidente municipal, y gestor de esa obra, que mejor se identificara un sitio especial en el arroyo de Álamos, más conocido como Cuchujaqui, que almacenara unos 8,000,000 de m3 y que bombeara ese volumen a la parte alta de alguna montaña cercana y, por gravedad, llegara el agua a “La Ciudad de Los Portales”.

Me aseguró que ya había visto esa posibilidad, y que de seguro Conagua se opondría por estar el agua ya comprometida con los usuarios de El Carrizo, Sinaloa, a lo cual le dije que el agua para uso público urbano tiene prioridad sobre el agua para uso agrícola, que legalmente Conagua no podía negar esa obra, y que nosotros, los usuarios del Mayo -también en ese caso- podíamos oponernos a que tomaran agua de nuestra cuenca. Eso tiene más peso como argumento ya que Álamos pertenece a la cuenca del Río Fuerte.

Le prometí en ese caso yo me comprometía a conseguirle que los ejidos del proyecto Huites-Fuerte Mayo, que pertenecen a Álamos, le cedieran ese volumen, con la promesa que esa administración municipal apoyara a los usuarios del Fuerte Mayo, y que Conagua cumpla con el convenio firmado el 30 de enero de 1992, en donde Sonora y sus 30 ejidos tendrían 350 millones de metros cúbicos de agua de la presa Huites (aun les deben 100 millones de m3).

Los ejidos que tienen tierra en Álamos, son: Providencia, Anáhuac, Citahuis, 21 de Marzo 1, 21 de marzo 2 y Francisco Sarabia. Se puede dejar como Plan B para Álamos, que lo va a necesitar, por razones que en esta ocasión omitiré ya que se busca solución no culpabilidad de los problemas.

Con 6,000,000 m3, le podemos dar 300 litros por día a 55,000 habitantes de la colonial Álamos, con un caudal de 190 litros por segundo. En ese caso se debería de haber tomado el agua del vaso de la presa, siguiendo la ruta del arroyo de El Tabelo, ahorrándose la mitad de la inversión.

En el caso de la presa Pilares, recomendé en su momento que esos 2.400 millones de pesos gastados inútilmente, se aplicaran en modernizar la red de distribución de todos los canales secundarios de los módulos colindantes con el Río Mayo, los de suelos permeables y arenosos, beneficiando a los usuarios más pobres, los que tienen menos de cinco hectáreas por cabeza: los módulos 16, 14, 15, 6 y 5 por el margen izquierdo, y a la vez el 16, 4, 2, y 1, por margen derecho del canal de Las Pilas.

A los políticos les gustan las obras faraónicas, las que cuesten muchos millones de pesos. No me extrañaría que técnicos sin escrúpulos le recomienden al gobernador construir un embudo gigante, que capte el agua de la cascada de Basaseachic y conducirla hasta Navojoa.

Por esa razón opino que un grupo de especialistas externos analicen con lujo de detalles la construcción de las tres presas que se proponen para darle agua a Hermosillo, ya que puede agravarse el problema en vez de solucionarlo.

En el tema de agua no todo el que chifla es arriero, y casi todo político contratista.

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