Doble beneficio formar un Distrito de Riego Indígena en la Región Fuerte-Mayo

Se cumpliría con la vieja promesa de dotarles de agua agrícola de la presa Huites y favorecería el desarrollo de las familias de la zona

 

Por Emilio Borbón Willis

 

Navojoa/VdM, 23 de junio

 

 

Una propuesta al Gobierno Federal, al Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y al Gobierno del Estado la creación en la región Fuerte-Mayo del segundo Distrito de Riego Indígena en Sonora.

Lo que representará un beneficio doble. El primero será para los integrantes y beneficiario del Proyecto Huites, que justificó la construcción de la presa Huites, hoy Luis Donaldo Colosio Murrieta.

Con este costoso proyecto se les etiquetaron a 3,500 campesinos de 30 ejidos del sur de Sonora, la apertura de 35 mil hectáreas de riego, lo que representa un área por cada familia campesina de 10 hectáreas, con un volumen en presa de 402.5 millones de metros cúbicos, que ya a nivel de canal principal, en Sonora serían 350 millones de metros cúbicos, perdiéndose por conducción 52.5 millones de cúbicos.

Han pasado casi 30 años desde que se puso en operación esta obra hidráulica y, a la fecha, sólo se le han autorizado a los campesinos de Sonora 188 de los 350 millones de metros cúbicos a los que tienen derecho.

Con la oficialización del Distrito de Riego se les completaría de inmediato el volumen total, expidiéndose la concesión por los 162 millones de metros cúbicos de agua de presa que aún les adeudan. Oficializando el Distrito de Riego Indígena Fuerte-Mayo, esta región del norte de Sinaloa y del sur de Sonora dejaría de ser un área precaria y con categoría de irregular.

 

Por esa razón no se les otorga parte del presupuesto de los distritos y unidades de riego del país, ya que no pertenecen a ninguno de estos grupos oficiales de los usuarios de riego en México.

Quedarían al fin registrados en el Registro Público de Derechos de Agua en forma individual, con su derecho de 100,000 metros cúbicos por parcela de 10 hectáreas. Al fin los campesinos tendrían un patrimonio que heredar a sus hijos.

El otro beneficio es que el área que no tiene derecho a riego en los 30 ejidos, que supera las 30 mil hectáreas. Esa superficie, o parte de ella, se le puede vender al Gobierno Federal con el fin de que se cumpla con el Plan de Justicia a la Nación Yoreme Mayo de Sonora.

Tendrían los ejidatarios un beneficio económico que les serviría para iniciar la siembra de su tierra, disminuyendo el rentismo en la región. Se propone que los ejidatarios vendan a los yoremes mayos 10 mil hectáreas, de las casi 40 mil que quedaran sin riego, y en esa superficie ubicar a 2,000 familias indígenas mayos.

Declarar y oficializar a esta región como un nuevo Distrito de Riego Indígena, similar al de las 18 colonias yaquis, permitiría abrir al cultivo las 45 mil hectáreas, canalizarlas, midiéndole a cada familia indígena su unidad de producción de 5 hectáreas de riego. Ya están identificados los ejidos y las áreas.

Venderle al Gobierno Federal, con recursos del Plan de Justicia Mayo, finalmente haría justicia tanto a los ejidatarios originales como a los nuevos beneficiarios. Los pobres indígenas mayos, con los que el gobierno tiene una deuda histórica a la cual Andrés Manuel López Obrador, quiere por lo menos dar un pequeño abono restituyéndole su tierra.

Se pide a los responsables del Plan de Justicia en Sonora, apoyar este importante proyecto por un especialista  en   hidráulica, conocedor a fondo del tema. coautor del Reglamento de los Distritos de Riego número 38, 41, 75 y asesor de la Comisión de Recursos Hidráulicos de la Cámara de Diputados.

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