Permitiría desarrollar la zona Fuerte-Mayo haciéndola en el “mediterráneo” de Sonora
Por Emilio Borbón
Navojoa/VdM, 11 de marzo
Las oportunidades se identifican con los ojos del conocimiento, por esa razón se propone aprovechar los miles de millones de pesos de los indígenas en este caso.
Primero.- Se dejaría de ser una zona irregular de riego y recibir parte del presupuesto anual del Gobierno Federal a los distritos de riego.
Segundo.-Se rescataría un volumen etiquetado a Sonora en el convenio firmado el 30 de enero de 1992. A la fecha se le adeudan 100 millones de metros cúbicos de agua de riego (50 millones al Módulo uno, y otros 50 millones de m3 al Módulo dos); por lo que son:100,000 m3 x parcela de 10 hectáreas (1000 m3 x ha).
Tercero.- Se rescataría una inversión realizada irregularmente en los ejidos que desmontaron más de 10 hectáreas por ejidatario; a la fecha superan ya las 10,000 hectáreas.
Cuarto.-Se registraría en forma individual el derecho de agua de 3,500 ejidatarios originales, en el Registro Público de Derechos de Agua de la Conagua (REPDA). Además, los 2,000 derechos individuales de 5 hectáreas de los indígenas mayos, total 5,500.
Quinto.-Aprovechando el techo financiero del Plan de Justicia Mayo, desarrollar íntegramente la infraestructura de riego de las 45,000 hectáreas de la zona Fuerte-Mayo, tratando de reubicar áreas, como se acordó con el Dr. Samuel Ocaña en sus inicios, en donde los ejidos de la margen derecha del Fuerte-Mayo, se ubicarían en los ejidos que, por esa razón, se les desmontó toda el área.
Sexto.-El área no contemplada con agua en los treinta ejidos del proyecto supera las 40,000 hectáreas, esa es una superficie donde se pretende ubicar a los indígenas mayos, que pondrán los recursos para desarrollar íntegramente a esa bonita región del sur de Sonora.
Séptimo.-El volumen de los ejidatarios no se verá afectado por los indígenas, ellos gestionaran ante Conagua- con mí asesoría, como fue con los yaquis-, 100 millones de m3 en propiedad. La fuente de agua será señalada en su momento ante Conagua.
Octavo.-Se tratará de impactar lo menos posible el pitayal más grande de México, gestionando se declare zona natural protegida, construyendo un bordo y camino artesanal por el camino real Sonora-Sinaloa, conocido en la región como La Raspada, detonandola como importante zona turística a esta región, que tiene las playas más limpias de Sonora. Navopatia no le pide nada al mediterráneo europeo.
Noveno.-Una vez logrado oficializar el Distrito de Riego Indígena, elevar a esta región al siguiente nivel, oficializándolo como el municipio número 73 de Sonora, que puede ser a la vez un municipio indígena, que comprenderia a Masiaca al sur, con un área de 150 mil hectáreas, un éxito.
Décimo.- En nombre del extinto Dr. Samuel Ocaña les pido a los actores apoyar este gran proyecto que fue el anhelo del iniciador de esta región al desarrollo. Le prometí lograrlo.