Estudio de investigadora de la Unison señala que la pandemia aisló a los jóvenes y hoy las utilizan entre 5 y 8 horas al día
Por Beatriz Espinoza
Hermosillo/Unison/VdM, 06 de julio
Conocer cuáles habían sido las repercusiones de un incremento significativo de las redes sociales y la comunicación virtual en los adolescentes durante el periodo de la pandemia, fue uno de los objetivos que llevó a Evelyn Mercedes Medina García a realizar un estudio sobre el tema.
La investigación, realizada con la aplicación de 381 encuestas a estudiantes de tres secundarias de esta ciudad -Técnica 31, Técnica 1 ‘La Prevo’ y la secundaria número 8-, la desarrolló para obtener el grado de Maestría en Ciencias Sociales.
El título del proyecto que Evelyn Mercedes defendió ante sinodales y maestros, encabezados por Mariel Michessedett Montes Castillo como su directora de tesis, fue el de ‘Modelo Interdisciplinar para el estudio del bienestar digital en el uso y consumo de redes sociales virtuales, salud física y mental de jóvenes de secundaria en Hermosillo’.
En entrevista previa a su defensa, Medina García precisó que, desde la perspectiva de las disciplinas de la sociología, la comunicación y la psicología, su objetivo era conocer cómo utilizan las redes sociales los adolescentes de secundaria, observando y señalando cuáles son las redes y/o plataformas que se utilizan más y cuál era su efecto en su bienestar físico, pero, sobre todo, mental.
El porqué de este tema
Dijo que le llamó la atención que, a raíz de la pandemia, las redes sociales, principalmente YouTube y Tiktok e Instagram, comenzaron a tener un auge muy grande entre los adolescentes y nos preguntamos sobre sus consecuencias, pues tuvo la oportunidad de trabajar en una secundaria.
“Veía que muchos adolescentes estaban como que muy inmersos en las tres redes sociales mencionadas y quería saber cómo es que estaba repercutiendo en su bienestar físico, en su bienestar integral y cómo lo estaban enfrentando y si acaso también estaban teniendo alguna mejora”, añadió.
Resultados
Comentó que antes del contexto de la pandemia había una tendencia entre los adolescentes y era entablar relaciones con sus pares a través de las redes sociales y, obviamente, el aislamiento tuvo sus efectos.
Afirmó que, al término de la pandemia, los adolescentes, en cuanto a su bienestar mental estaban prefiriendo tener conexiones reales, de cara a cara, pero la etapa en mención los llevó a utilizar sus redes sociales de 5 a 8 horas al día.
“Estábamos hablando de que permanecían mucho tiempo sentados utilizando su dispositivo, por lo tanto, sí hubo una tendencia a la baja del bienestar mental, pero más afectado fue su bienestar físico pues están presentando problemas en la postura, en la vista, muchos aguantaban el hambre y hasta las ganas de ir al baño por no dejar de estar conectados”, explicó.
Consideró que los resultados de su estudio pueden influir en varios campos considerando desde las políticas públicas para crear campañas, crear proyectos de fabricación digita, de comercialización, mercadotécnica y comunicación.
“Podría crearse una concientización entre cómo están utilizando los jóvenes estas redes sociales y qué tantas horas de consumo; pueden hacer uso de esta información para crear campañas destinadas a la población, a los padres de familia, para que sepan cómo es que sus hijos están utilizando las redes sociales, qué están haciendo de ellas, cuántas horas de consumo tienen con el dispositivo para que realicen sus monitoreos”, asentó.