Puede ser el último ciclo en que los usuarios administren, conserven y operen el Distrito de Riego
Por Emilio Borbón Willis
Navojoa/VdM, 19 de septiembre
En los últimos cincuenta años, jamás había visto un ciclo agrícola tan escaso de volumen como el actual. Les digo a los productores agrícolas, que aún están a tiempo, los que pensaban sembrar trigo cambien de cultivo a uno de menos requerimiento de riego, como cártamo.
Es necesario que reflexionen al respecto, ya que el ultimo riego en trigo, es el que las da y las quita, es el que favorece el llenado de grano, el que se aplica de los cien a los ciento cinco días, después de la siembra sólo tenemos una alternativa de solución al respecto: una lluvia por lo menos de cincuenta milímetros en el valle, también de cien milímetros en la parte alta de la cuenca. Si no se presenta esta opción será un fracaso total, ya tuvimos una experiencia los integrantes del Comité Directivo Agrícola de la década de los ochenta, en ese entonces acordaron muy irresponsablemente sembrar 10,000 hectáreas, sin respaldo de volumen en presa, apostándole a las lluvias que, en esas épocas eran mucho más frecuentes.
Pero no llovió, dejándonos a los trabajadores de la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH), la fácil tarea de salvarles sus cultivos.
Y lo hicimos implementando un plan de trabajo, que fue tomado después como ejemplo en todos los distritos de riego del país, fue un éxito total ese ciclo agrícola, con una producción récord y con el más bajo volumen de agua aplicado.
El instructivo que se escribió se aplicó después en el Distrito 075 de El Fuerte, Sinaloa, a donde acudimos en apoyo varios técnicos del país. Se me quiso enseñar la forma y aplicación de un plan del cual fui el principal personaje de su autoría.
Me recordó cuando quisieron en Viena, Austria, enseñar a Juventino Rosas como tocar el Vals Sobre Las Olas. Juventino rompió las partituras y se las aventó a los jueces, demostrando que él era el verdadero autor de esa hermosa melodía.
No vacíen en saco roto estas recomendaciones, señores agricultores. Que les cobren el agua en los módulos no es ninguna garantía que se las vayan a entregar.
Las medidas implementadas no se están acatando, ya he visto tiradas de riego de más de 400 metros, estan mojando sin necesidad un perfil de suelo al cual las raíces superficiales del trigo no llegaran, desperdiciando un volumen que no tendrás en el último riego.
Se debe aplicar muy estrictamente la agricultura científica, ya no aplica la agricultura empresarial, el módulo del que más agua vende más gana. No puedes vender una mercancía que no existe en tu almacén. El Distrito de Riego no es una mueblería en el que levantes el teléfono y le digas a San Pedro: “mándame 100 milímetros de lluvia a la cuenca del Yaqui, Mayo o Fuerte”.
La situación es tan grave que ninguna medida tomada es suficiente, al grado que puede ser el último ciclo en que los usuarios administremos, conservemos y operemos el Distrito de Riego.
Vamos, es tiempo de actuar, ya “nadamos de muertito” muchos años. Oremos porque llueva, hay pronósticos.
Recuerdo a un agricultor que compró 100 hectáreas de derechos de agua, agua que no se le pudo servir, fracasando en su empresa agrícola. El señor se suicidó. QEPD. Fue aquí, en el Mayo, que no se repitan situaciones similares, actuemos ya con autoridad y con dirección técnica. Estamos aún a tiempo. Saludos, y disculpen mi insistencia.
*Foto cortesía: Distrito de Riego del Río Mayo