Podemos contribuir mucho a favor de la justicia y contra la impunidad, pero es mucho más lo que nos queda por aprender…
Por Andrés A. Solis*
Estado de México/VdM, 24 de diciembre

En la entrega anterior me referí a un curso convocado por el Instituto Raoul Wallenberg de Suecia, junto con la Corte Penal Internacional, con el apoyo en México del Centro Nacional de Comunicación Social y el Espacio OSC.
Este taller tuvo respaldo también de los ministerios de Asuntos Internacionales de Dinamarca y Noruega y me invitaron a participar como observador y en su caso, para poder aportar un poco sobre la experiencia personal y sobre la realidad del periodismo en México.
Me permitieron invitar a mi amigo y colega Gerardo Albarrán de Alba, así que fuimos los únicos dos periodistas mexicanos presentes en este interesantísimo ejercicio.
El taller estuvo dirigido a periodistas de un país árabe, pero la violencia y la persecución, tuvieron que optar por el exilio.
El objetivo era fortalecer capacidades de periodistas para documentar violaciones graves a derechos humanos.
Técnicas de investigación documental y testimonial, junto con herramientas de verificación y comprobación de hechos, datos, materiales audiovisuales y documentos que permitan contar historias apegadas a la veracidad y con hechos y datos comprobables.
Un ejercicio muy valioso en sólo dos días de trabajo, pero que tiene un alcance mayor.
Que lo que publiquemos como periodistas, pueda ser retomado por fiscales de la Corte Penal Internacional como evidencias probatorias de esas violaciones graves a derechos humanos y contribuyan a fortalecer expedientes e investigaciones en contra de las y los perpetradores de asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, tortura, desapariciones forzadas, entre otros abusos.
Adicional, con nuestros y nuestras colegas alcanzamos un listado mínimo de principios éticos y deontológicos para abordar nuestra labor informativa con visión de derechos humanos y evitar re victimización, criminalización, discriminación y otros yerros (muy comunes), que comprometan la integridad de las víctimas o que acusen en falso o dolosamente a alguien, sin contar con las evidencias periodísticas.
Desde mi trinchera, pude compartirles la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia” que escribí en 2014 con el apoyo del Programa para la Convivencia Ciudadana y la Casa de los Derechos de Periodistas.
Sin duda este encuentro nos mostró que podemos contribuir mucho a favor de la justicia y contra la impunidad, pero es mucho más lo que nos queda por aprender.
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*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Integrante del Consejo Consultivo del Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación. Conduce el programa “Expedientes MN”, que se transmite los viernes a las 18:10 hrs., por la cadena de Meganoticias.